El anónimo artista que pintó a la "Reina Virgen" dibujó al reptil enroscado en la mano de la monarca, pero lo borró y sustituyó por la más convencional rosa de los Tudores al entender que la serpiente podría asociarse al mal y al pecado original en la tradición cristiana.
Según explica al diario "The Independent" Tarnya Cooper, conservadora de la Galería Nacional de Retratos -propietaria de la obra-, los asesores de Isabel I controlaban cuidadosamente su imagen y un desliz de este tipo no hubiese pasado inadvertido.
"Quizá la serpiente era un símbolo demasiado delicado o ambiguo, un emblema demasiado peligroso quizás. El hecho de que fue borrada tan rápidamente sugiere que la cuestión era peliaguda para el público", señala Cooper.
Se sabe, abunda la experta, que la reina tenía joyas con forma de serpientes, pero la manera "seductora" en que se enrosca en su mano podría haber causado un escándalo en la época, dado que la hija de Ana Bolena nunca se casó, de ahí que se la conociese como la "Reina Virgen".
La última vez que se exhibió esta pintura en 1921, los expertos de la Galería Nacional de Retratos atribuyeron la citada sombra y los signos de decoloración al paso del tiempo y decidieron retirarla permanentemente de la vista del público.
No obstante, los análisis efectuados hace dos meses con rayos X y tecnología de infrarojos revelaron que se trataba de una serpiente de escamas verdes y azules cuidadosamente pintada.
El historiador y experto en los Tudores, David Starkey, aporta más información al recordar que las serpientes tenía varios significados en el Siglo XVI.
"Durante el periodo Isabelino, la serpiente tenía un simbolismo dual. Sin duda, representaba a la sabiduría. Hay, al menos, un retrato que muestra a Isabel I con imágenes de serpientes verdes en su vestido", añade Starkey.
EFE
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