El cachorro, a quien los habitantes de la ciudad de Weirsdale habían denominado afectuosamente "cabeza bote", metió la cabeza en un bote de mermelada cuando rebuscaba entre la basura y no pudo sacarla.
Según los biólogos que rescataron a este ejemplar de oso negro, después de casi diez días sin poder comer ni beber, estaba al borde de la muerte.
Para proceder a su rescate, los expertos sedaron a la madre, atraparon al osezno y le retiraron el bote de mermelada con sumo cuidado.
Cerca de la muerte
Aunque parezca que esta historia tiene un final feliz, en realidad ilustra una de las peores cosas que pueden pasar cuando la fauna salvaje se alimenta de basura generada por los humanos
Comisión para la Conservación de la Vida Salvaje de Florida
Durante los últimos días, la Comisión para la Conservación de la Vida Salvaje y la Pesca de Florida (FWC, por sus siglas en inglés) había recibido llamadas de residentes de la zona que habían visto al animal.
Los biólogos colocaron trampas en varios lugares, pero el osezno, su madre y sus dos hermanos no cayeron en ninguna.
Después de dos días sin ningún avistamiento, los científicos creyeron que el joven ejemplar podría haber muerto de hambre, pero el viernes reapareció.
Inmediatamente, un equipo especial de la FWC –que incluyó un especialista en osos- se desplazó al lugar.
Tras proceder a la retirada del bote de mermelada, los científicos mantuvieron a la madre y a los tres oseznos bajo vigilancia durante un día antes de devolverlos a su entorno natural.
"Aunque parezca que esta historia tiene un final feliz, en realidad ilustra una de las peores cosas que pueden pasar cuando la fauna salvaje se alimenta de basura generada por los humanos", señaló la FWC.
Fuente: BBC
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