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viernes, 15 de enero de 2010

Confirman que podría nacer un nuevo océano

Lo demuestra el proceso geológico submarino

La fisura en el desierto etíope que apareció hace cinco años

Foto: Gentileza Universidad de Rochester

Hace cinco años, una fisura de 55 kilómetros de largo separó el suelo del desierto de Etiopía. Entonces, algunos geólogos la atribuyeron a la formación de un nuevo océano al ver que el continente africano se había separado en dos partes.

Pero esas hipótesis generaron un gran debate científico, según precisó ayer un comunicado de prensa difundido por la Universidad de Rochester (EE.UU.). Ahora, un equipo de científicos de varios países confirmaron que los procesos volcánicos en marcha por debajo de la fisura en Etiopía son casi idénticos a los que se dan en el fondo oceánico de nuestro planeta y que, efectivamente, esa abertura en el desierto africano sería el comienzo de un nuevo océano.

Así lo detalla el estudio publicado en la última edición de la revista Geophysical Research Letters . Allí, el equipo dirigido por el profesor Atalay Ayele, de la Universidad de Addis Ababa, en Etiopía, sugiere que los límites volcánicos altamente activos a lo largo de los bordes de las placas tectónicas oceánicas podrían dividirse y separarse en grandes placas rápidamente en lugar de hacerlo poco a poco, como se pensaba.

Además, esos procesos de separación del suelo a gran escala le impondrían a las poblaciones cercanas peligros muchos más graves que si los procesos fueran paulatinos, según señala en el comunicado universitario la coautora del estudio, doctora Cindy Ebinger, profesora de Ciencias de la Tierra y el Ambiente de la Universidad de Rochester.

"Es un gran avance en el conocimiento de las fisuras continentales que están creando nuevas cuencas oceánicas. Por primera vez, se demuestra que la actividad en una zona de la fisura puede disparar una gran inyección de magma y deformar un segmento vecino. El estudio de la megaintrusión del dique en 2005 y de sus consecuencias seguirá dando oportunidades extraordinarias para aprender sobre las fisuras continentales y las elevaciones del suelo oceánico", dijo Ken Macdonald, profesor emérito del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de California en Santa Bárbara, que no participó del estudio.

El equipo de Ayele reunió datos sísmicos sobre los sucesos geológicos que abrieron la fisura de más de 6 metros de ancho en pocos días. La reconstrucción, con datos de países vecinos, reveló que la fisura no es el resultado de una sucesión de terremotos pequeños en un período prolongado, sino en días. Fue cuando el magma de una erupción del volcán Dabbahu, en el norte de la fisura, empujara hacia arriba en el centro de la zona de la fisura hasta abrir el suelo.

LA NACION

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