Los científicos están monitoreando la forma como los animales se comunican con un sistema que no pueden escuchar los oídos humanos.
El bramido que hace el elefante con su trompa es un sonido familiar para muchas personas, pero los animales también emiten gruñidos.
Y estos gruñidos son sólo audibles parcialmente ya que dos terceras partes del llamado se llevan a cabo en frecuencias que son demasiado bajas para ser detectadas por el oído humano.
Para entender más sobre esta parte inaudible del gruñido, el equipo de científicos adhirió a ocho de las hembras del zoológico un micrófono sensible a estas frecuencias y un sistema de rastreo de GPS.
Los investigadores después compararon los ruidos que los animales estaban haciendo con la actividad que estaban llevando a cabo.
Advertencia
Según los científicos, las hembras embarazadas usan este sistema de comunicación de baja frecuencia para anunciar al resto de la manada que están a punto de dar a luz.
Y descubrieron también que las elefantas "hablan" sin parar y su jerarquía dentro de la manada demuestra qué tan parlanchinas y activas son.
"Estamos muy emocionados por haber descubierto la jerarquía dentro de la manada de hembras y la forma como interactúan e interceden entre sí" dijo a la BBC Matt Anderson, quien dirige el proyecto.
Los científicos también encontraron que un gruñido de baja frecuencia -que se pensaba las hembras sólo utilizaban para llamar a los machos cuando estaban listas para aparearse- también lo usan para llamarse entre ellas.
Aunque ya se sabía que las hembras elefantas suelen formar un círculo protector alrededor de la madre embrazada que va a dar a luz, los científicos descubrieron ahora que la madre "informa" al grupo cuando el bebé está a punto de nacer.
"Hemos visto que ocurre esto después de una larga gestación de más de dos años" dice el doctor Anderson.
"En los últimos 12 días vemos una manipulación de la parte baja del gruñido, la parte baja que no podemos escuchar".
"Creemos que esto es para anunciar al resto de la manada que el bebé es inminente", agrega el investigador.
Peligro externo
Los científicos piensan que esto también sirve para advertir a los elefantes que tengan cuidado con los depredadores.
"Se podría pensar que un bebé elefante de 130 kilos no sería víctima de la depredación de otras especies. Pero las manadas de hienas son una gran amenaza en la vida silvestre" dice el investigador.
El doctor Anderson y su equipo continuarán analizando la información para obtener más claves sobre este lenguaje secreto de los elefantes.
El objetivo eventualmente es contar con la primera base de datos de "lenguaje" paquidermo para tratar de entender lo que los animales están diciéndose.
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