Los riesgos ambientales y sanitarios que presenta la creciente cantidad de basura electrónica en todo el mundo son especialmente urgentes en los países en desarrollo, ya que algunos reciben los desechos de las naciones ricas, dijo el estudio del Programa Ambiental de la ONU (UNEP en inglés).
Los desechos se están acumulando en todo el planeta a un ritmo de 36 millones de toneladas por año, dijo el informe, que aclaró que los datos disponibles no son suficientes.
Estados Unidos produce 3,3 millones de toneladas de basura electrónica por año y China lo sigue con 2,3 millones de toneladas, afirmó.
El director ejecutivo del programa, Achim Steiner, dijo que el mundo no estaba preparado para enfrentar la explosión en el consumo de artefactos electrónicos que sucedió en la última década.
"El mundo enfrenta ahora una ola masiva de basura electrónica que volverá y nos golpeará, en particular a los países menos desarrollados, que podrían convertirse en un basurero", dijo Steiner a The Associated Press antes de la reunión ejecutiva del UNEP en Bali.
Algunos estadounidenses y europeos, aseguró, han enviado a países africanos computadoras rotas declaradas falsamente como donaciones. Las computadoras terminaron siendo descartadas cerca de barrios pobres y se convirtieron en un peligro para la salud de los habitantes, dijo.
El informe predijo que en 2020 la cantidad de computadoras viejas que descarta China se cuadruplicará respecto de 2007. En India, los refrigeradores viejos, que contienen gases peligrosos, se podrían triplicar para esa fecha.
El mayor crecimiento en los últimos años ha sido de celulares y aparatos similares, agregó.
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