Pages

Búsqueda personalizada

jueves, 11 de marzo de 2010

Twitter ya es furor hasta en la Casa Blanca

Dos de los principales asesores de Obama revisan sus celulares durante una conferencia del presidente Foto: AP

La nueva tecnología ha hecho impacto en esta ciudad, que oficia de corazón político de Occidente. Y la política -y sus hacedores- ha mutado de aspecto.


Desde el presidente de los Estados Unidos para abajo -pasando por diputados, senadores y miles de funcionarios-, el uniforme del poder ya no es una limusina negra sino una imagen mucho más plebeya: la de una persona volcada sobre su teléfono celular tratando de seguir las noticias al segundo por Internet.

No puedo hablar con nadie. ¡Todo el mundo está twitteando !", se quejaba días atrás, en diálogo con LA NACION, el asesor de un senador republicano. Con eso daba cuenta del fenómeno político en Washington, donde casi todas las oficinas del gobierno han optado por usar las plataformas virtuales de Twitter y Facebook para sus comunicaciones formales.

El giro ha impuesto un verdadero cambio de hábitos. "Hoy, con el gobierno de Barack Obama, es imposible moverse y saber qué ocurre en esta ciudad si no estás familiarizado con los usos y lenguajes de esas cosas", se lamentaba hace unos días, con aire azorado, un veterano corresponsal extranjero.

Su expresión confirmaba la evidencia: la administración demócrata ha incorporado las nuevas herramientas de Internet como instrumentos básicos para la comunicación política.
Y con eso impone un aprendizaje obligatorio a sus funcionarios y a todo aquel que pretenda, o deba, seguirles el ritmo.
Fue justamente la brevedad de Twitter, con sus mensajes de no más de 140 caracteres, el recurso usado por el Departamento de Estado para confirmar el inesperado anuncio de que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, llegaba a la Argentina en una imprevista escala de su gira por América latina.

En efecto, el rumor de la imprevista escala corrió casi a la medianoche del domingo 28. Hubo llamadas entre corresponsales y consultas a funcionarios del Departamento de Estado que ya se habían ido a dormir.

Nadie estaba muy seguro. En la confusión, La Nacion consultó la cuenta de Twitter del secretario adjunto para América latina, Arturo Valenzuela. Y allí estaba: "Hemos añadido una escala en la Argentina", decía el mensaje, con la austera brevedad a la que obliga Twitter.

Y, con el nuevo estilo de comunicación, no hubo, durante varias horas, mucho más que eso.
El nuevo giro divide opiniones en esta ciudad. Muchos están felices con la nueva tecnología, que iguala posibilidades informativas con la celeridad del rayo. Otros están que trinan: se trata de mecanismos que, por sencillos que sean, no todo el mundo domina o, en el peor de los casos, no tiene la menor intención ni deseo de dominar.
Una carencia que alcanza, incluso, a quienes más gala hacen de los nuevos recursos. "Claro que utilizo Twitter. Pero hay todo un lenguaje nuevo de escritura con números y con símbolos que se me escapa", admitía hace unos días Robert Gibbs, el secretario de prensa de Obama. "Voy a pedirle a mi hijo que me enseñe algunas cosas más", añadió.
Doble vía
Twitter, la preferida de la Casa Blanca, es una plataforma a la que se accede por su página web (www.twitter.com). En ella, la comunicación se establece por una doble vía: cada usuario "sigue" lo que dice otro que le interesa (por ejemplo, lo que diga Obama). Y a su vez el usuario mismo (por caso, LaNacion DC) puede ser seguido por otros.

En lo que refiere al gobierno de Estados Unidos, por ejemplo, la cuenta de Barack Obama tiene más de cuatro millones de seguidores. Y, en promedio, hay más de 700.000 personas leyéndola cada vez que se ingresa en ella.

Una pauta del uso creciente de esta herramienta en prensa lo da el hecho de que, hasta ahora, la cuenta del vocero Gibbs ha registrado 33.000 inscripciones. Y hay otros 6000 para seguir a su "número dos", Bill Burton. La cuenta de Valenzuela tiene un perfil más bajo: suma unos 1400 inscriptos. Hay quien sostiene que el número puede revelar la relativamente escasa adhesión que, hasta ahora, tienen estas tecnologías entre la clase política de los países de la región.

Por ejemplo, seguir por Twitter la visita a nuestro país de Hillary Clinton tuvo sus curiosidades. Entre ellas, el hecho de que se podía acceder a fotos o revelaciones del encuentro con la presidenta Cristina Kirchner antes de que éstas se hicieran públicas por la Casa Rosada. "Pero fíjate? ¡se están twitteando toda la gira!", comentaba, azorado, un conocido analista de temas regionales, en diálogo con La Nacion.

Para la anécdota queda el juego del "detective". Esto es, el intento de develar bajo qué nombre de usuario se esconden algunos funcionarios cuando tienen cuentas en las que no desean que su identidad sea tan evidente. Y, en este terreno, la experiencia muestra que el esfuerzo... da resultado.

Por lo demás, la cosa se ha extendido tanto que hasta las fuerzas armadas usan las nuevas herramientas sin temor a filtraciones de seguridad. "Tras meses de investigación sobre eventuales riesgos, se ha admitido el uso de Twitter y de Facebook en las computadoras del sistema cuando no se trate de material clasificado", señaló el Pentágono.

Y la ola parece tan imparable? como difícil conseguir un minuto de paz sin que el teléfono haga "beep", anunciando que hay nuevo mensaje para atender. Ocurre que, además de los famosos cerezos, Washington también tiene estas cosas.

TWITTER

Red social y sitio de microblogs
Empleados: 141
Usuarios: 18 millones
Fundación: 2006

El uso de Twitter se ha extendido a campañas políticas y celebridades, pero también ha tenido un papel crucial para organizar protestas y actuar como medio de información alternativo, como quedó demostrado en las revueltas que siguieron a las últimas elecciones presidenciales en Irán, en junio de 2009.


Fuente: www.lanacion.com.ar

0 comentarios

Publicar un comentario

Busca desde de aquí lo que necesites

Búsqueda personalizada