Los especialistas sostienen que las nuevas pruebas forenses indican fuertemente que los 89 esqueletos excavados en York pertenecen a gladiadores.
Uno de los esqueletos tenía un mordisco de grandes proporciones de un carnívoro en una cadera y espalda, que seguramente fue causado por un león, un tigre o un oso.
La mayoría de los restantes eran personas fornidas y más altas que el romano medio y las indicaciones de su musculatura apuntaron a que fueron entrenados en las artes marciales desde edad temprana.
Los arqueólogos reconocieron que aunque no se trata del primer cementerio de este tipo, es uno de los mejor conservados.
0 comentarios
Publicar un comentario