El eclipse de la isla de Pascua, Chile, atrajo la atención de atrónomos de todo el mundo.
El fenómeno se inició a eso de las 20:08 horas GMT (14:08 en Rapa Nui), y todos los presentes observaron con fascinación el cubrimiento de la luz solar por la silueta de la luna, que se extendió por poco más de cuatro minutos.
"Fue espectacular, en pocas palabras. Serán los últimos dos minutos donde se empezó a sentir realmente la oscuridad, antes de eso fue todo muy gradual pero al final se aceleró, se puso oscuro y de repente aparece ahí la corona del sol, que es este aro alrededor del disco solar", le relató a BBC Mundo desde Hanga Roa el astrónomo Patricio Rojo.
Lo que más agradecieron quienes llegaron a este territorio ubicado a unos 3.600 kilómetros al oeste de Chile continental fue que el tiempo mejorara y les permitiera experimentar la vivencia que tanto esperaban.
"Llovió hasta las 11 de la mañana y de ahí empezó a despejarse. En este momento hay más nubes que a la hora del eclipse, entonces nos salvamos justo en una ventanita. El clima se portó súper bien así que todo lo que no dependía de nosotros salió espectacular", destacó el experto.
La playa de Anakena y los sectores del Tahai y Ahu Hakiri congregaron a los astrónomos, visitantes y lugareños, que vieron a las gigantescas estatuas de roca volcánica llamadas moais perderse en la oscuridad generada por el eclipse.
Valor científico.
El último eclipse solar se había registrado en Asia hace dos años, pero en esa ocasión los especialistas congregados en Shanghai (China) no pudieron apreciar bien el fenómeno debido a que el cielo permaneció nublado.
Este domingo la historia fue distinta, y a juicio de Patricio Rojo lo que se presenció en Rapa Nui va a servir para quienes se dedican al estudio del sol.
"Sin duda que este eclipse va a producir datos que los científicos que trabajan en observaciones solares, que es la parte de astronomía que está viendo este eclipse, van a poder aprovechar al máximo", sostuvo el astrónomo de la Universidad de Chile.
El paso de la luna interponiéndose entre el sol y la Tierra se extendió sobre unos 11.000 kilómetros a lo largo del Océano Pacífico sur, y antes de oscurecer la Isla de Pascua dejó en penumbras la Polinesia Francesa y las Islas Cook, para luego dejarse caer sobre la parte continental de Chile y la Patagonia argentina.
Frustración en Santiago.
El fenómeno se extendió sobre unos 11.000 kilómetros a lo largo del Pacífico sur.
En la capital chilena el eclipse sería visible en un 50% y por eso la expectación se apoderó de quienes preferían mirar el cielo antes de seguir por televisión la final del Mundial de Sudáfrica entre España y Holanda.
Los más interesados en apreciar el fenómeno se reunieron en el Planetario de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), pero las condiciones meteorológicas no fueron benévolas como en la Isla de Pascua, y nada se pudo ver.
"El oscurecimiento total, de ese 50% del que se habló, no se pudo observar. Si tuviéramos algún instrumento infrarrojo podríamos haber visto algo, pero no fue apreciable. El fenómeno ocurrió igual pero nosotros no pudimos observarlo", le dijo a BBC Mundo Basilio Solís, astrónomo de la Usach.
"La gente quedó bastante contenta con la actividad y con la charla que se dio, pero con un poco de pena porque no se pudo observar directamente el fenómeno", comentó.
En Chile el último efecto del eclipse se dejó sentir a las 17:57 horas (21:57 GMT) en la región de Magallanes, donde el mal tiempo también marcó la jornada dominical.
Fuente: BBC
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