Ahora, una investigación llevada a cabo en el Reino Unido, encontró que la causa podría estar en la estructura del cerebro.
Los distraídos tienen un mayor volumen de materia gris en la región del cerebro que se encarga de mantener la atención, afirman los científicos de la Universidad de Londres.
La materia gris es un componente esencial del sistema nervioso central y está distribuida en la superficie de varias regiones del cerebro, incluidas las que se encargan del control muscular, la percepción sensorial, la memoria y las emociones.
Algunas teorías han vinculado a esta sustancia con el procesamiento de información y el razonamiento y por lo tanto se piensa que su volumen en el cerebro está asociado a la inteligencia de un individuo.
Pero estas teorías no han logrado comprobarse.
Más materia gris, más distraídos
Ahora, para investigar la relación del volumen de materia gris y la capacidad de atención, el estudio, publicado en Journal of Neuroscience (Revista de Neurociencia), comparó los cerebros de individuos que se distraen fácilmente con aquéllos que difícilmente pierden la atención.
El profesor Ryota Kanai y su equipo primero analizaron la capacidad de distracción de un grupo de voluntarios sanos con un cuestionario en el que debían responder a preguntas como: qué tan a menudo notaban las señales en las calles o iban al supermercado a comprar algo y al llegar allí se habían olvidado de qué debían comprar, etc.
Aquéllos que se mostraron como más distraídos recibieron la puntuación más alta.
Posteriormente los voluntarios fueron sometidos a escáneres estructurales de IRM.
Los investigadores descubrieron que la diferencia más obvia en la estructura cerebral de los más distraídos -los que tuvieron más puntos en el cuestionario- y los más atentos, era el volumen de materia gris en una región de la corteza cerebral llamada lóbulo parietal superior (LPS) izquierdo.
Los más distraídos, dicen los científicos, tenían más materia gris en esta región.
Posteriormente, para comprobar si esta diferencia estructural realmente se debía a la capacidad de distracción o atención de una persona, los científicos pidieron a los voluntarios que llevaran a cabo varias tareas que contenían varias distracciones.
Los científicos midieron el tiempo que tomaba a los individuos llevar a cabo la tarea tanto con una distracción como sin ella.
Según el profesor Kanai, el nivel de distracción de la persona podía medirse con el tiempo que le tomaba realizar la tarea.
Estimulación cerebral
Posteriormente se repitió el experimento. Pero esta vez los científicos usaron una técnica no invasiva de estimulación cerebral, llamada estimulación magnética transcraneana, con la cual se puede "apagar" selectivamente la actividad de regiones de la corteza cerebral.
En el experimento, los investigadores "apagaron" el LPS izquierdo de los participantes durante media hora, y en ese período debían llevar a cabo la misma tarea que en el ejercicio anterior.
Los resultados mostraron que el tiempo en que se llevaba a cabo la tarea había incrementado 25%. Es decir, los individuos se distraían más fácilmente y por ello tardaban más.
Según el profesor Kanai, esto demuestra que el LPS juega un rol en el "control jerárquico" de la atención y que LPS izquierdo intenta superar las distracciones.
En el estudio, los individuos con LPS izquierdo más grande resultaron los más distraídos.
Los científicos no saben porqué funciona de esta forma el LPS izquierdo, pero creen que un mayor volumen de materia gris demuestra un cerebro menos maduro.
"A medida que crecemos y nos desarrollamos, la materia gris va "podando" sus neuronas para poder trabajar de forma más eficiente" explica el investigador.
"Y un mayor volumen de materia gris podría indicar un cerebro menos maduro".
La teoría, agrega el científico, apoya los supuestos de que los niños se distraen más fácilmente que los adultos.
No todo, sin embargo, está perdido para los distraídos.
El profesor Kanai y su equipo están estudiando la forma de mejorar el nivel de atención en quienes tienen un gran volumen de materia gris.
Y están probando una técnica, llamada estimulación transcraneal directa, con la cual, dicen, quizás es posible estimular al cerebro enviando una inadvertida corriente eléctrica al LPS izquierdo por medio de electrodos colocados en la cabeza.
BBC
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