Algunos grillos machos protegen las vidas de sus compañeras de apareamiento, arriesgando la suya propia. Así, un varón permitirá el acceso prioritario a la hembra a la seguridad de una madriguera, a pesar de que esto signifique un aumento del riesgo de ser comido. A estas conclusiones ha llegado un grupo de científicos a través de las observaciones de video infrarrojo de una población silvestre de grillos de campo (Gryllus campestris) según han publicado en el último número de 'Cell Press'.
"Mucha gente probablemente piensa que el comportamiento 'caballeroso' es exclusivo de los seres humanos o de mamíferos estrechamente relacionados, y que va unido de alguna manera a la educación, la inteligencia, o al afecto", explica Rolando Rodríguez Muñoz, de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, y añade que "sin embargo, hemos demostrado que incluso los machos de pequeños insectos, que no se definen como inteligentes o afectivos, puede ser 'caballerosos', ofreciendo protección a sus parejas".
Los resultados son contrarios a la interpretación habitual del comportamiento de los machos que custodian a las hembras para impedir que se apareen con sus rivales. Sin embargo, los grillos machos, en este caso, son recompensados ??por su comportamiento de riesgo, ya que sus largas estancias con las hembras les ayuda a ganar más descendencia. Sin embargo, los nuevos hallazgos sugieren que el conflicto entre los sexos no es inevitable, dicen los investigadores.
La mayoría de estudios previos sobre la conducta de apareamiento de los grillos se habían realizado en el laboratorio. Estos hallazgos anteriores habían llevado a los investigadores a la conclusión de que los grillos macho obligaban a las hembras a permanecer con ellos para impedir la retirada de su espermatóforo (un pequeño paquete de espermatozoides que los machos insertan en las hembras) o para evitar que la hembra se aparee con otros machos.
En el nuevo estudio, los investigadores Rodríguez-Muñoz, Amanda Bretman y Tom Tregenza, han observado lo que sucede en la naturaleza donde los grillos de campo viven, mediante el marcado de los insectos y la señalización de su genotipo individual. Los científicos descubrieron que los grillos machos y hembras solitarios sufren tasas similares de depredación, pero cuando son atacados en pareja, las posibilidades de la hembra de sobrevivir aumentan y las del macho disminuyen. En compensación por el riesgo creciente de depredación, los hombres emparejados se aparean con más frecuencia.
Los investigadores sospechan que el grado de comportamiento 'caballeroso' entre los grillos debe variar dependiendo de factores tales como el tamaño de las poblaciones de estos insectos y el tipo de depredadores.
"Queremos averiguar si la 'caballerosidad' prevalece en las generaciones futuras", afirma Rodríguez-Muñoz, que señala que el estudio actual se basa en tres temporadas consecutivas de apareamiento.
Visto en: ECOticias.com
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