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martes, 22 de junio de 2010

Buscando garrapatas vía satélite


Las garrapatas causan la enfermedad de Lyme y también otras enfermedades, pero hallar a estos pequeños bichos (que chupan la sangre) usando las manos puede ser desagradable y peligroso. Ahora hay una manera mejor de hacerlo: vía satélite.


Usualmente, encontrar una garrapata implica un examen personal muy aprensivo: frotar las yemas de los dedos cuidadosamente sobre todo el cuero cabelludo, rastrear meticulosamente el cuerpo y gruñir con un "uyyy" si se halla uno de los pequeños bichos que chupan la sangre.

Ahora, hay una nueva manera de hallar a estos molestos bichos que están cargados de enfermedades... ¡vía satélite!

Los estudiantes graduados de la Universidad de Alabama, en Birmingham, Nathan Renneboog y Stephen Firsing son pioneros en la utilización de esta nueva técnica, que forma parte del programa DEVELOP (Desarrollo, en idioma español), de la NASA. Ellos han estado usando imágenes de satélite del Bosque Nacional Talladega, de Alabama, con el fin de revelar aquellas zonas del bosque donde existe mayor probabilidad de que prosperen las garrapatas.

Derecha: Las garrapatas de extremidades negras son conocidas por ser uno de los organismos que transmiten la enfermedad de Lyme (Crédito: CDC).

Es importante conocer el paradero de las garrapatas ya que éstas son capaces de dejarnos visitantes muy desagradables en el torrente circulatorio: toxinas y organismos que causan la rickettsiosis exantemática, el exantema asociado con las garrapatas en el Sur de Estados Unidos y la enfermedad de Lyme.

"Nuestra meta fue identificar aquellas zonas donde existe un alto riesgo de que se produzcan estas enfermedades", explica Renneboog. "Sabemos que las garrapatas prefieren las áreas húmedas con mucha vegetación, de modo que quisimos confeccionar un mapa de dichas áreas".

Entre los anfitriones de las garrapatas se encuentran los venados de cola blanca, los ratones de patas blancas y usted. Merodeando como si fueran vampiros en miniatura, las garrapatas esperan a alguno de estos transeúntes desprevenidos para atacar. Si no beben sangre, las garrapatas mueren. La saliva de algunas de ellas contiene un anticoagulante, el cual hace que sea más fácil para ellas alimentarse. La saliva puede contener además neurotoxinas que sirven para no sentir dolor mientras la garrapata hunde su mordaz boca en la piel y disfruta de una merienda a costa suya.


Arriba: Las áreas con mayor probabilidad de ser hábitats de garrapatas, relacionadas con un alto NDVI (Normalized Difference Vegetation Index ó Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada) y con niveles de humedad en el suelo, fueron identificadas en los alrededores del Río Black Warrior, en Alabama Central. [Imagen ampliada]

El doctor Jeff Luvall, del Centro Marshall para Vuelos Espaciales, de la NASA, es quien aconsejó a Renneboog y a Firsing en su cacería de garrapatas, la cual tuvo lugar en el Laboratorio para la Observación de la Salud Mundial (Laboratory for Global Health Observation, en idioma inglés), de la UAB. "Yo enseñé a los estudiantes cómo usar imágenes en el infrarrojo obtenidas por medio de un instrumento del satélite Terra con el fin de analizar la humedad y la vegetación del terreno".

Ambos estudiantes usaron lo que habían aprendido de su consejero en la NASA con el propósito de clasificar los niveles de vegetación y de humedad en 12 sitios dentro del bosque. Esto les sirvió para crear mapas e imágenes digitales detallados que muestran las áreas con mayores probabilidades de que existan hábitats de garrapatas: aquellas donde la densa vegetación se superpuso con la elevada humedad en el terreno.

Con el propósito de confirmar la exactitud de los mapas que confeccionaron, Renneboog y Firsing utilizaron el viejo y sencillo método de contar garrapatas para luego establecer una comparación. Usaron los datos que les proporcionaron el cuerpo docente y los estudiantes de la Universidad Estatal de Jacksonville, quienes recogieron garrapatas arrastrando grandes trozos de tela sobre gramillas y arbustos. De hecho, hasta contaron las garrapatas a mano e identificaron sus especies.

Derecha: Un exantema con forma de "blanco de un objetivo" aparece en el lugar de la mordida de una garrapata en la parte superior del brazo derecho de una mujer que contrajo la enfermedad de Lyme como consecuencia de dicha mordida. (Crédito: CDC) [Imagen ampliada]



"Uno de nuestros objetivos al realizar este estudio es crear conciencia sobre las garrapatas: dónde viven, cómo se comportan, qué tipo de enfermedades provocan", dice Firsing. "Por ejemplo, se desconoce casi por completo que en estos momentos existe la enfermedad de Lyme en Alabama. Pero existe, y ha existido durante algún tiempo. En realidad, en este estado, el primer caso fue documentado en el año 1986".

Como parte de su proyecto DEVELOP, Renneboog y Firsing también realizan trabajo de divulgación. Lo hacen presentando sus descubrimientos en conferencias y hablando con el público. Este verano (boreal), por ejemplo, estarán colaborando con el Grupo de Niñas Exploradoras.

"Vamos a enseñarles a usar repelente, a vestir pantalones largos, a llevar sus camisas por dentro del pantalón y a usar medias cada vez que vayan a adentrarse en el bosque", dice Renneboog.

"Y también vamos a enseñarles cuál es la manera apropiada de quitarse de encima una garrapata que se les adhiera a la piel", añade Firsing. "Es necesario usar pinzas. Si tratamos de agarrar y tirar del cuerpo de una garrapata con las puntas de los dedos, la aplastaremos; entonces, la garrapata regurgitará el contenido de su panza en nuestro torrente circulatorio".


Via: ciencia@nasa

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