El colapso de los medios de información tradicionales en el terremoto de Haití y Chile ha hecho que las redes sociales y la Internet tomen el protagonismo para informar al instante sobre estos sucesos, ubicar a personas desaparecidas y ayudar tras el desastre.
Tal como ocurrió después del devastador terremoto que asoló Haití el 12 de enero pasado, y el terremoto que sacudió Chile el pasado 27 de febrero, las redes sociales Facebook y Twitter se transformaron en herramientas clave de comunicación para ayudar a las familias chilenas y haitianas a comunicarse y saber de ellos, luego de que las comunicaciones se interrumpieran.
Es evidente que las redes sociales y la mecánica de Internet sirve para mucho más que encontrar simple información, jugar o entretenerse, pues ahora la tecnología avanzada juega un papel muy importante a la hora de ayudar en cualquier tipo de catástrofes.
Una muestra evidente de ello es que la U.S. Geological Survey (USGS) de los EEUU, organismo dedicado al estudio de los peligros naturales, empezó un proyecto bautizado como Twitter Earthquake Detection (TED), que se centra en desarrollar un sistema que registre aquellos mensajes que aparezcan en Twitter, relacionados con los terremotos que recién se suscitaron. Esta información permite conocer la magnitud de los sismos y los efectos en la población, según informa el diario español El País.
Las publicaciones resultan de vital importancia, pues las personas que se encuentran en el lugar de la catástrofe pueden proporcionar información de suma importancia para los organismos de socorro. Además que los datos por medio de Twitter o cualquier otra red social aparece al instante de lo que suceden en los terremotos, mientras que la información oficial y científica puede tardar en aparecer hasta 20 minutos después.
Las nuevas tecnologías pueden ser un medio de comunicación seguro y efectivo a la hora de informarse. El buscador Google, por ejemplo, empezó con una iniciativa llamada "Buscador de personas: terremoto en Chile", dando soluciones en la búsqueda de personas, ver afectados, víctimas y más.
Twitter es también una red gigante por la que se pasa mucha información y se mueven muchos usuarios que están continuamente informados. El rol de Twitter fue primordial, pues miles de usuarios alzaron campañas de ayuda para los damnificados que dejaron los sismos.
Otras redes como Facebook hicieron también su labor, pues sus usuarios crearon movimientos solidarios para incentivar a la población a entregar ayuda a los afectados.
En esta red social, páginas recientemente creadas, como Help Haiti Donate Now!, Earthquake Disaster Relief, sirvieron como puerta de enlace para dirigir las donaciones de los internautas hacia organizaciones humanitarias del país latinoamericano, como Yéle Haiti, fundada en 2005 por el músico local Wyclef Jean, o a los portales de la Cruz Roja y Unicef en los EEUU.
Infinidad de testimonios se pudieron conocer gracias a las nuevas tecnologías de la información en las páginas de las redes sociales, por ejemplo:
"El terremoto nos encontró en plena carretera y nos quedamos varados entre dos puentes quebrados. Recién ayer pudimos conectarnos a Internet y poner un mensaje en Facebook", relató Nathalia Kubota, de 30 años, quien volvía de vacaciones con su pareja y su hijo.
Otra joven que apeló a Internet tras el sismo fue Lorena Valderrama, quien organizó una búsqueda de su hermana a través de Internet desde España, en donde vive actualmente.
Sin embargo, pese al beneficio que las redes entregan, no faltaron quienes ajenos a la tragedia y demostrando insensibilidad por los desastres ocurridos, quisieron aprovecharse de la generosidad de la gente y montaron portales con pedidos de ayuda falsa.
En fin, las redes sociales comprueban su capacidad informativa y se ponen a disposición para ayudar. Evidencia de su liderazgo en los últimos tiempos es ver cómo en el pasado la información y la ayuda tras una catástrofe tardaba en llegar
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