La cuestión de cómo manejó la Organización Mundial de la Salud (OMS) la pandemia de gripe porcina será una prioridad en la agenda en la reunión que los 193 estados miembros mantendrán en Ginebra.
Algunos expertos dudan ahora de si realmente fue una pandemia.
Años antes de la aparición de la gripe porcina (virus H1N1 o gripe A) por primera vez en México en abril de 2009, funcionarios de la OMS habían advertido que una pandemia mundial de gripe era simplemente una cuestión de tiempo.
Después de las grandes pandemias en 1918, 1957 y 1968, muchos expertos creían que la aparición de otra era inminente.
Por eso, cuando surgió el virus H5N1 de la gripe aviar en Asia a comienzos de siglo, aunque no había desarrollado la capacidad de propagarse fácilmente entre los humanos, existió el temor a que apareciese un nuevo virus que sí pudiera hacerlo.
"Hemos visto entre 40 y 50 millones de personas morir en un año en pandemias anteriores", explicó Keiji Fukuda, director general adjunto de la OMS, y asesor especial sobre pandemias.
"Estas son cifras altísimas. Nuestro trabajo es hacer que la gente esté preparada. Es un gran reto", añadió.
Así, incluso antes de la aparición de la gripe porcina, la OMS ayudó a los estados miembros en la elaboración de planes ante una posible pandemia, que incluían la compra de medicamentos antivirales, la preparación de las campañas masivas de vacunación, la elaboración de procedimientos para prohibir reuniones públicas, y el cierre de escuelas.
Cuado la gripe porcina estalló, muchos países ya habían introducido esos planes, y algunos habían firmado incluso pre-contratos con las empresas farmacéuticas para comprar vacunas.
"Gripe leve"
Pero aun cuando los planes de pandemia se pusieron en acción, las dudas habían comenzado a emerger.
A Wolfgang Wodarg, un médico alemán y ex miembro del parlamento de ese país, que había observado la propagación de la gripe porcina en Ciudad de México, le sorprendió la reacción de la OMS.
"Lo que experimentamos en Ciudad de México fue una gripe muy leve que no mató a más gente de lo habitual, que mató incluso a menos gente de lo habitual".
"Y de repente hubo una rápida propagación de esa gripe. Pero ésta no es la definición de pandemia que aprendí, que tiene que ser grave, con una tasa de mortalidad mucho más alta que de costumbre."
También otros tenían preguntas. Tom Jefferson, un investigador del Centro Internacional de Cochrane, que evalúa las intervenciones y la investigación médica, afirma que la OMS cambió la definición de lo que en realidad era una pandemia sólo semanas antes de declarar la última, el 11 de junio del año pasado.
"El 1 de mayo, la página web de la OMS tenía la antigua definición de una pandemia de gripe, que incluía un gran número de casos, complicaciones y muertes. El 4 de mayo la definición había desaparecido y se quedó simplemente en un nuevo virus que se propaga rápidamente e infecta a muchas personas".
Jefferson también cree que la OMS hizo hincapié en aconsejar el uso de vacunas y antivirales por delante de las medidas eficaces y baratas, como lavarse las manos.
"Presión potencial"
La OMS se ha esforzado en ofrecer respuestas claras sobre la cuestión de su definición de pandemia, en parte con su política de mantener la identidad y las deliberaciones de su Comité de Emergencia sobre pandemias en secreto (el único miembro conocido del Comité es su presidente, el australiano John MacKenzie, especialista en gripe)
El portavoz de la OMS Gregory Hartl dijo que los nombres de los miembros del comité no se han publicado para evitar que alguien quiera "ejercer presión indebida sobre ellos cuando están tomando decisiones que tienen efectos sociales y económicos".
La falta de transparencia en su proceso de toma de decisiones, junto al asesoramiento de la OMS a los países para iniciar la vacunación generalizada contra la gripe porcina, llevó a algunos observadores a sospechar una influencia indebida de la industria farmacéutica.
Viendo los balances de las empresas farmacéuticas, es evidente que muchos obtuvieron importantes beneficios de la gripe porcina. El productor de la vacuna, Novartis, por ejemplo, registró un aumento del 8% en sus ganancias en 2009.
El informe anual de la empresa cita las ventas de vacunas contra la gripe porcina como una de las principales razones para ese incremento, aunque tal beneficio no es, por supuesto, una prueba de influencia indebida por parte de la empresa.
Investigación europea
Estos productos médicos han costado miles de millones a los presupuestos nacionales de salud. Francia, por ejemplo, gastó más de US$739 millones en 94 millones de dosis de la vacuna, la mayoría de los cuales no se utilizaron.
"¿Quién se benefició de lo que pasó?" preguntó el diputado laborista británico Paul Flynn. "En realidad los únicos que se beneficiaron fueron las empresas farmacéuticas. No digo que sean conclusiones firmes, pero hay cuestiones legítimas aquí", aseguró.
Flynn y otros políticos europeos han iniciado una investigación oficial de la pandemia en el Consejo de Europa. Una cuestión fundamental será si las empresas farmacéuticas, que habían invertido alrededor de US$4.000 millones en el desarrollo de la vacuna contra la gripe porcina, tenían partidarios dentro del Comité de Emergencia, que habrían podido presionar a la OMS para que declarase una pandemia.
Pero Andrin Oswald, director de producción de vacunas de Novartis, dijo que no cree que la influencia de la empresa sea "demasiado grande".
Oswald señaló que trabajadores de la compañía interactúan en un proceso "natural" con la OMS, que suministra a la empresa con el virus de la vacuna.
Novartis, la compañía que fabrica las vacunas, aumentó sus beneficios un 8% el año pasado.
"No creo que eso sea influir, es decir, trabajamos juntos para asegurarnos de que hacemos algo razonable para la salud pública."
El director de Novartis añadió que cualquier presión sobre la gripe porcina vino de los gobiernos desesperados por adquirir la vacuna y no de los productores interesados en vender.
"Recibimos llamadas telefónicas de los ministros del gobierno. Nos pedían que enviáramos más vacunas y más rápido. Alguno incluso nos amenazó con que si no lo hacíamos eso podría afectar a nuestros futuros negocios en ese país".
Planificación para una pandemia
Los gobiernos, por supuesto, tenían urgencia en adquirir la vacuna debido que la OMS había declarado la "Fase 6" de la pandemia del virus H1N1.
La decisión de la OMS fue cuestionada también por una fuente algo sorprendente, el doctor Klaus Stoehr, quien hasta hace tres años estuvo a cargo del plan contra pandemias de la OMS.
"La planificación para una pandemia en la que estuve involucrado siempre se basó en un evento grave para la salud pública", explicó.
"Pasar a la fase 6 significaba que queríamos que los gobiernos pusieran sus planes en marcha tanto si pensaban que era urgente como si no".
"Personalmente, creo que la declaración de la fase 6 se hizo temprano, y en viéndolo en retrospectiva, no era necesario".
Stoehr opinó que, durante el verano pasado, después de que la fase 6 fue declarada, la OMS falló al identificar las señales sobre la gripe porcina que lanzaba el invierno del hemisferio sur.
No creo que eso sea influir, es decir, trabajar juntos para asegurarnos de que hacemos algo razonable para la salud pública.
Andrin Oswald, director de producción de vacunas de Novartis
"En julio y agosto los centros nacionales de gripe de Australia y Nueva Zelanda indicaban que el brote del hemisferio sur fue leve. Los virólogos, yo incluido, pensamos que no era tan probable que este virus se volviera más grave".
"A finales de agosto, el sitio web de la OMS seguía diciendo que el virus era grave. Personalmente, pensé que podría haber habido más evaluaciones y más asesoramiento a los gobiernos."
La OMS acaba de lanzar su propia revisión respecto al manejo que hizo de la pandemia. Una revisión, que según la organización es independiente.
"La Organización Mundial de la Salud ha realizado un trabajo maravilloso a lo largo de los años en la eliminación de enfermedades", insistió el parlamentario británico Paul Flynn. "Es un organismo que todos respetamos mucho, y que necesitamos".
"El gran peligro ahora es que la confianza en la organización se ha visto minada, y eso no ayuda a nadie", concluyó.
Via: BBC Mundo
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