Arqueólogos mexicanos descubrieron en la capital un asentamiento prehispánico de comerciantes, de 800 años de antigüedad integrado por al menos una decena de entierros y restos de estructuras arqueológicas, informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El hallazgo, que tuvo lugar en la delegación de Azcapotzalco, en el noroeste de la capital, forma parte de las tareas de salvamento arqueológico que realizan expertos del INAH y evidencia la existencia de un asentamiento entre 1200-1300 d.C.
El emplazamiento, donde actualmente se encuentra el barrio de San Simón Pochtlán, fue residencia de las familias de pochtecas o comerciantes durante la época precolombina.
Según el INAH, se trata de un "espacio de élite" que fue parte de un conjunto cívico-ceremonial, lo que se deduce por la cercanía de la Capilla de San Simón, edificada durante la Colonia sobre un teocalli, una gran plataforma prehispánica.
En el lugar, los arqueólogos sólo ubicaron contextos de la época moderna y prehispánica, algo que podría deberse al hecho de que hasta 1950 buena parte del territorio, que ocupa la delegación de Azcapotzalco, estaba ocupado por ejidos y ranchos.
La arqueóloga Alejandra Jasso, quien dirige las labores de prospección, dijo que en una de las unidades de excavación se han registrado al menos una decena de entierros en posición sedente, casi todos infantiles, lo que habla de la alta tasa de mortalidad de niños en sus primeros tres años de vida en ese periodo.
Los entierros infantiles aparecieron junto a ofrendas compuestas por objetos cerámicos, como flautas, sahumadores, incensarios, copas, cajetes, malacates con representaciones de aves, y platos, varios volteados bocabajo como símbolo de lo efímero de la vida.
En el mismo espacio, se encontró el entierro de una mujer con una edad aproximada de 25 años que podría haber fallecido tras dar a luz, pues la osamenta se halló cubriendo los restos óseos de un neonato.
El esqueleto portaba un ajuar, compuesto por un par de orejeras y una pulsera con cuentas de obsidiana de diversos tonos, en forma de gotas, lo que indica que se trató de un personaje importante del barrio de los pochtecas.
Jorge Arturo Talavera González, investigador de la Dirección de Antropología Física del INAH, detalló que en el área del patio también se localizaron tres copas (dos de tipo pulquero y una trípode) que contenían restos de cráneos cremados.
Dado que en algunas fuentes se menciona que personajes de elite eran incinerados para evitar la putrefacción del cuerpo, no se descarta que los descubiertos en San Simón Pochtlán correspondan a miembros importantes del barrio de comerciantes.
EFE
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