Un equipo de arqueólogos descubrió en el sur de México, dentro de una pirámide, la tumba de un alto dignatario que podría ser la más antigua de su tipo en toda Mesoamérica.
El hallazgo fue en la Zona Arqueológica Chiapa de Corzo, en el estado de Chiapas.
En la pirámide se encontraron cuatro tumbas que dan indicios de un entierro múltiple de 2.700 años de antigüedad.
El entierro fue descubierto por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, de la Universidad Brigham Young, Estados Unidos, y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según explica el INAH en un comunicado, se trata del antecedente más remoto del uso de pirámides como recintos funerarios en esa área cultural.
Jade y ámbar
Dos de los individuos estaban vestidos con jade y rodeados de utensilios de cerámica y otros objetos preciosos para la cultura y la época.
"Fue ataviado con sartales de más de un millar de cuentas de jade (pequeñas y grandes), un taparrabo o faldellín al que le fueron incrustadas minúsculas perlas; pendientes de jade de diversas formas, incluyendo un lagarto y cucharillas de estilo olmeca; ajorcas colocadas en sus tobillos y rodillas, pulseras, brazaletes, una posible máscara con ojos de obsidiana verde, un espejo de pirita y 15 vasijas", señalaron los científicos.
Junto a la cámara principal, los arqueólogos hallaron otro sepulcro, donde encontraron el esqueleto "probablemente de una mujer" que habría muerto alrededor de los 50 años de edad.
Sobre su boca había una concha, tenía incrustaciones dentarias, un ajuar de jade y perlas, pendientes en forma de aves y de un mono, dos vasijas, un espejo de pirita, una espina de mantarraya colocada sobre el pecho y cuentas de ámbar.
Los investigadores explicaron que son escasos los hallazgos de esta resina fósil en contextos arqueológicos, y que este es uno de los más antiguos, lo que confirma su uso ritual en entierros desde hace siglos.
BBC Mundo
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